Por Robert Vargas
Luis Alberto Tejeda tiene una forma muy peculiar de denunciar algunos males sociales, como el desempleo, la pobreza y la delincuencia: lo hace con aportes específicos y concretos para combatir de raíz esos males.
El pasado sábado lo vimos de nuevo sonriente por sus nuevos logros en esa materia: decenas de jóvenes y adultos de ambos sexos recibieron sus respectivos certificados tras participar en varios cursos técnicos y vocacionales auspiciado su Fundación Soñando Despierto.
Fue en el acogedor anfiteatro del Club Los Mina, en la intersección de las calles Marcos del Rosario y Juan Pablo Duarte.
No se trató de un acto cualquiera.
Sólo quienes conocen de la superación en base a los estudios, pueden medir en su justa dimensión la importanxcia de este tipo de acciones.
No es lo mismo darle a alguien una bolsa de comida para uno o dos días, que enseñarle algún oficio con el cual poder obtener un trabajo permanente con el cual llevar el sustento a la familia.
Cuando Luis Alberto le habló al grupo de graduandos, se le percibió satisfecho porque les acababa de entregar "una vara para pescar".
Está convencido de que en la educación está la base de la superación de la pobreza y la inseguridad.
Por eso animó al grupo a seguir esforzándose para superar barreras.
Los graduandos participaron en cursos de Servicio al Cliente, Etiqueta y Protocolo, Contabilidad, Cajero Bancario y Secretariado Ejecutivo, entre otros.
Omar Benítez, quien es el Director de la sección educativa d ela Fundación Soñando Despierto, pronunciópalabras de aliento a los graduandos.
Al final, todos se reunieron para una foto del recuerdo.
Luego, Luis Alberto se marchó con la satisfacción del deber cumplido, pero convencido de que cada día debe aportar un nuevo grano de arena para construir un mundo mejor.
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